William Shakespeare creó una de las tragedias más memorables de la historia de la literatura con la obra Romeo y Julieta, una historia de desafortunados amantes, pero que estaban destinados a unirse sólo en la muerte.
Desde ya, el autor no tiene comparación en cuanto a narrativa y es, por ello, un clásico de todos los tiempos; sin embargo, dentro del género y con historias similares o concordantes, existen otras novelas de grandes autores con las que puedes disfrutar de las novelas románticas.
El rumor del oleaje
El rumor del oleaje (1954) es una novela por el escritor japonés Yukio Mishima (traducido por Meredith Weatherby). Los centros de trabajo en torno a la llegada a la edad adulta (Bildungsroman) de Shinji, un joven pescador que está enamorado de Hatsue. El joven se pone a prueba y gracias a su valor y la fuerza, con el tiempo gana y se le permite casarse con la chica.
Mishima es posiblemente uno de los autores más interesantes de la literatura japonesa, y en general de la literatura contemporánea universal. Entre sus obras, figura El rumor del oleaje, (Título original en japonés: Shiosai).
En la novela el autor evidencia su pasión por luchar contra la modernización, por lo tradicional y se puede encontrar un reflejo duro, personal y sensible del Japón que siguió a la II Guerra Mundial haciendo foco en una pequeña isla de pescadores en donde transcurre la narración. Shiosai es, posiblemente, uno de los relatos de amor más bellos jamás escrito donde no hay lugar para grandes tragedias o enormes sobresaltos.
Cumbres borrascosas
Cumbres borrascosas es una famosa novela gótica de Emily Bronte en la que un niño huérfano, Heathcliff, es acogido por la Earnshaw y él se enamora de Catherine. Cuando ella decidió casarse con Edgar, la pasión se vuelve oscura y llena de venganza. En última instancia, la caída fuera de su volátil relación afecta a muchos otros (llegando incluso más allá de la tumba para tocar las vidas de sus hijos).
Una historia de amor apasionado en la que los principios irreconciliables de la fuerza y la calma terminan por armonizarse no sin antes exacerbar el dramatismo y la tragedia, dejando entrever la naturaleza de los impulsos más implacables de dos personajes muy fuertes.
Dos historias románticas, bien definidas y enmarcadas en el tiempo en que fueron escritas que permiten acercarse a la novela romántica a través del paso del tiempo y, en consecuencia, permiten ver cómo se vivía el amor en el pasado.