Con esta obra, el escritor está reivindicando una vez más la compatibilidad entre complejidad y aprendizaje del lector con un best-seller: «No hay nada más difícil que escribir un libro fácil de leer y nada más fácil que escribir un libro difícil de leer. El truco para que las páginas vuelen tiene mucho que ver con enseñar algo nuevo en cada página«.
Ésta vez, Brown apuesta de nuevo con una temática compleja: “La divina comedia”, de Dante Alighieri, adentrándose en Florencia, dónde su protagonista despierta amnésico, que tendrá que enfrentarse a los misterios de las corrupciones que hay ligadas entre siglo XVI y XXI y su relación con los nueve círculos que llevan al reino de Satanás.
Langdon tendrá que enfrentarse a la mágica ecuación que plantea Dante: arte, religión y conspiración, que nos explica Brown: “El arte es un reflejo de lo que pensamos, al igual que la religión; es un cúmulo de preguntas a las que seguimos intentando dar respuesta”.
Dan, apuesta por su personaje, Robert Langdon (que vuelve por cuarta vez a sus historias), pues considera que al lector le gustan los personajes ya conocidos y éste, se trata de un personaje cada vez más inteligente. De la misma forma, el escritor apuesta por que el libro se convertirá en película, dirigida por Ron Howard, al igual que pasó con “El código Da Vinci” y “Ángeles y Demonios” afirmando que: «Estoy seguro de que habrá una película de ‘Inferno’. Estos libros son muy cinematográficos y en ellos suceden muchas cosas que se desarrollan en escenarios espectaculares que funcionan muy bien en el cine«.
Concluyendo, Dan Brown, músico frustrado que aprendió español en Sevilla, que responde a los periodistas con vídeos a través de Internet, como si de una estrella de Hollywood se tratara, afirma que: “no tengo a la crítica de mi parte, pero no me importa…yo escribo lo que me gustaría leer”.